domingo, 8 de diciembre de 2013

MEDITERRÁNEA



Pelo las naranjas
con mis manos
para que el aroma mediterráneo
me acompañe todo el día,
mientras ejercito el gesto
de subir mis gafas de ver
un mundo que no quiero,
o mientras acaricio mi barbilla,
por ejemplo,
para pensar este poema.
La gente que tiene cerca el mar
sueña más a menudo.
Sólo con verlo una vez
ya queda tatuado en tus entrañas.
Las jóvenes también son diferentes
por estas tierras.
Verlas pasar ya es poesía.

Sé que ella nació cerca del mar
porque era salada.
Cuando la pienso
todavía me huelen
las manos a naranja.

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario