Nací en una fecha
complicada,
cuando los cielos
cambian su destino.
Abrí los ojos
un veintitrés de
septiembre
de hace algún tiempo,
cuando el verano le da
papel principal
a la nostalgia,
y un nuevo otoño
comienza a atardecer
tras las ventanas.
Algunas brujas dicen
que soy Virgo,
otras, sin embargo,
dicen que soy un Libra
sin dejar ninguna
opción
a rebatirlo.
Así que como siendo lo
uno o lo otro
soy reacio a todo tipo
de conflicto
y tengo que confesar
que hoy me levante
con pocas ganas de
llevar
a nadie la contraria,
como “Virga” es una
palabra que para mi no existe, pues no uso,
haré una personal e
intransferible
conjunción de los dos
signos.
Y a partir de hoy,
si me preguntan
contestaré satisfecho
y orgulloso
que no soy ni lo uno ni
lo otro.
Que yo soy simplemente
un claro caso de
“Libro”.
Precioso!
ResponderEliminarMe tienes enganchada y no se cómo suscribirme a tu blog para que me lleguen tus nuevas entradas por correo electrónico. Me ayudas? (Anda, dime que sí)